EL BCE PENSABA QUE EL POPULAR “NO ERA INSOLVENTE” DOS DÍAS ANTES DE LA QUIEBRA
“La evaluación provisional no indica que, a la fecha de la evaluación, el Banco sea insolvente. En particular, la autoridad de resolución no tiene elementos para considerar que se infrinjan las exigencias de capital “. Así pensaba el BCE el 5 de junio, dos días antes de la resolución que arruinó a miles de Accionistas de Banco Popular, según consta en el documento de evaluación de Deloitte hecho público.
La situación del banco español cogió con la guardia baja a todos en Bruselas y en Fráncfort, y así lo indican los documentos internos. A finales de mayo detectaron problemas, y encargaron una auditoría a Deloitte. Pero lo que en teoría iba a ser trabajo para seis semanas acabó siendo un informe exprés en 12 días que llevó a la resolución y venta, a pesar de que no había un problema de activos o solvencia.
Ni lo gordo, ni los números clave ni lo suficiente para responder a las preguntas más relevantes. La Junta Única de Resolución (JUR), el organismo europeo encargado de la resolución de entidades financieras en problemas, ha decidido esta mañana publicar parte de la documentación interna sobre los últimos días del Banco Popular. Accionistas, afectados, instituciones y el Parlamento español han reclamado al ente de Bruselas en los últimos meses que hiciera público o al menos les remitiera de forma privada esta documentación, pero hasta ahora su presidente, Elke Konning, se había opuesto.
No está todo, ni lo más jugoso. No sale por ejemplo un punto esencial: cuánto dinero de los mecanismo de emergencia del BCE (el ELA) tuvo a su disposición Popular en sus últimos días para seguir abierto). Ni, de la misma forma, cuánto colateral tenía Popular para respaldar sus peticiones de liquidez de emergencia. También secreto. “El BCE indicó específicamente que la cantidad de ELA y política detrás de ella es confidencial y no debe ser revelada”, explicaron hoy fuentes del mecanismo con sede en Bruselas. Aun así, se trata de lo más parecido a un acto de transparencia por parte de la JUR, muy cuestionada por su actuación, sus decisiones, cómo ignoró otras soluciones además de la venta al Banco Santander y los errores del BCE, a través del Mecanismo Único de Supervisión hasta el punto de que el banco español se quedara sin liquidez ni fondos suficientes para siquiera abrir sus sucursales, lo que forzó la resolución nocturna. Y eso muestra lo precario del ejercicio de apertura. ”
El 6 de junio, el BCE estimó que Banco Popular “estaba en quiebra o casi”, y así se lo notificó a la JUR. Ésta, junto al FROB, “decidió que la venta era de interés público para proteger a los depositantes y asegurar la estabilidad financiera”. Y al día siguiente, de acuerdo con la Comisión Europea, se ejecutó la decisión.