CINCO DIRECTIVOS DE BANCO POPULAR COBRARON 5,5 MLL. ANTES DE LA QUIEBRA DE LA ENTIDAD
Banco Santander, a través de la memoria del Banco Popular de 2017, ha publicado lo que cobraron sus principales directivos hasta su quiebra. Entre los cinco principales, donde destaca el expresidente Emilio Saracho, cobraron 5,5 millones. Además, Saracho, y los exconsejeros delegados Pedro Larena e Ignacio Sánchez-Asiaín, tenían derechos de pensiones por valor de 1,5 millones.
A lo largo de 241 páginas, el Banco Santander explica con detalle sus actuaciones en el Popular desde el 7 de junio de 2017, fecha en la que tomó el control del banco, cuyas pérdidas definitivas ha cifrado en 13.594 millones. Según esta “memoria” los miembros de la alta dirección cobraron 5,5 millones hasta junio de 2017. Además de los 4,47 millones del expresidente Saracho —cuatro millones de prima de fichaje—, Pedro Larena, ex consejero delegado, obtuvo 365.000 euros, —además 1,36 millones percibidos en 2016—, Francisco Aparicio, secretario del consejo, 303.000 euros; Ángel Ron, expresidente, 218.000 euros y 144.000 euros para Ignacio Sánchez-Asiaín.
Inyección de liquidez del Santander
Por otro lado, el Santander inyectó 13.000 millones para frenar la fuga de depósitos. De este dinero ha recuperado todo menos 1.500 millones. En la memoria dice: “Tras la resolución y posterior compra por Banco Santander, la situación de liquidez quedó restablecida: en un primer momento con la aportación el mismo día 7 de junio por Banco Santander, de un depósito de 13.000 millones de euros, que posteriormente, tras la ampliación de capital de 6.880 millones de julio de 2017, la recepción de un depósito subordinado de 750 millones y considerando la evolución del negocio en el segundo semestre, ha quedado al cierre de diciembre en 1.500 millones de euros”.
La memoria también refleja que el Popular pidió, en forma de crédito al BCE —denominada TLTRO— 23.200 millones hasta diciembre de 2017, frente a los 16.000 millones solicitados a finales de 2016. Esta fue otra búsqueda de liquidez indirecta que, finalmente, no fue suficiente para salvar al Popular.